tus labios,
tu nariz, tus ojos,
tus manos.
Recuerdo tus brazos
tu pecho, tu barriga,
tu espalda,
tu cicatriz,
tus marcas, tus piernas,
y también recuerdo tus pies.
Tu tacto,
tu textura y tu densidad,
los relieves de tu cabeza
y tus dientes.
Recuerdo algunas palabras tuyas
y tu voz,
las bromas,
tu risa, tu cuello,
tu caminar.
Me recuerdo a mi
y me veo a veces,
en el parque, con un perro,
o incluso con dos
perros
por tus calles
respirando las mismas olores
bajo el mismo cielo
y tal vez con la misma ropa
que entonces.
Y recuerdo tu cama en el suelo
y la pared roja de sombras
y cuando tocabas
y me cantabas cosas
y te recuerdo feliz
y triste
y triste
y muy triste,
y puedo recordar también
cómo sentía
que formabas parte de mi
fuera del tiempo.
Y ahora te has vuelto recuerdos
que empiezo a olvidar.