Larry Sultan |
Me quedo atrapada entre las flores y
el hormigón armado de los andenes
que se escapan a la luz del atardecer.
Mi dolor de cabeza se ha tirado a la vía,
yo espero mi turno dócil al contoneo,
le hablo al suelo: en la siguiente bajo yo.
Enfrente unos calcetines blancos se exhiben
en una piel que
persiste limpia, es joven,
su carne desprende una frescura
que ya no me pertenece, infiero.
Desenvuelvo un chicle, lo meto en mi boca y masco:
Nunca - me acosté - con un - menor,
ni siquiera en mi adolescencia.
Fin de trayecto.